Disfruta del auténtico sabor de Castilla y León con esta receta de cochinillo asado, perfecta para ocasiones especiales. Su piel crujiente y carne jugosa te dejarán sin aliento.
Cochinillo Asado de Castilla y León: Crujiente y Jugoso
Descripción
El cochinillo asado es un plato emblemático de Castilla y León, conocido por su piel crujiente y su carne extremadamente jugosa. Esta receta tradicional es ideal para celebraciones familiares y eventos especiales. Con ingredientes simples pero seleccionados con cuidado, lograrás una experiencia gastronómica inolvidable. El secreto está en el asado lento y en la preparación minuciosa del cochinillo, asegurando que cada bocado sea una delicia para los sentidos.
Ingredientes esenciales para preparar un Cochinillo Asado Tradicional
Lista de Ingredientes para Cuatro Raciones
Paso a Paso para Asar un Cochinillo Crujiente y Jugoso
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Preparación del Cochinillo: Limpia y seca el cochinillo. Mezcla el aceite de oliva, vino blanco, caldo de pollo, ajo picado, perejil, sal, pimienta y pimentón en un tazón.
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Marinado: Coloca el cochinillo en una bandeja y vierte la mezcla sobre él, asegurándote de cubrirlo bien. Deja marinar durante al menos 2 horas.
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Asado: Precalienta el horno a 180°C. Coloca el cochinillo en una bandeja para horno y hornea durante 2 horas y 30 minutos, o hasta que la piel esté crujiente y dorada.
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Descanso: Deja reposar el cochinillo durante 15 minutos antes de servir.
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Consejos: Asegúrate de que el cochinillo esté bien seco antes de hornear para obtener una piel crujiente.
Nutrition Facts
Porciones 4
- Cantidad por porción
- Calorías 550kcal
- % Valor diario *
- Grasa total 35g54%
- Grasa saturada 20g100%
- Proteína 50g100%
- Calcio 20 mg
- Hierro 5 mg
* Los valores porcentuales diarios se basan en una dieta de 2000 calorías. Su valor diario puede ser mayor o menor dependiendo de sus necesidades calóricas.
Notas
El cochinillo asado es un plato icónico de Castilla y León, con raíces en la tradición rural. Su preparación es un ritual que combina sabores y técnicas antiguas, resultando en una experiencia gastronómica única. La piel crujiente y la carne jugosa lo convierten en un plato imprescindible para celebraciones especiales. Su importancia cultural es innegable, siendo un símbolo de la rica herencia culinaria española.
